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{TURISMO / GASTRONOMíA}
'Son los elaboradores de los 'vinos silenciosos' los que que crean territorio, y pueden ser la respuesta a la despoblación'
Alberto Gil y Antonio Remesal son los autores de 'Rioja. Vinos Silenciosos'
Alberto Gil y Antonio Remesal han escrito ‘Rioja. Vinos Silenciosos’, un viaje a una ‘Rioja’ inexplorada. Un proyecto con carácter de aventura, como toda travesía nunca antes recorrida. Gil y Remesal recrean página a página un mapa de matices y diversidad que surca viñedos, pueblos y conversaciones; infinitas conversaciones sobre el terreno con los protagonistas de la elaboración de esos ‘vinos silenciosos’, de su esfuerzo y determinación. ‘Rioja. Vinos Silenciosos’ describe una transformación a mira al origen del vino; una revolución que apela a la autenticidad de una región. Alberto Gil es periodista y escribe sobre la actualidad del mundo del vino en el periódico La Rioja. Antonio Remesal es ingeniero agrónomo y funcionario de carrera del Servicio de Viticultura y Enología de la Diputación Foral de Álava./Javi Muro
SPOONFUL.- Abrimos las páginas de ‘Rioja. Vinos silenciosos’ y ¿qué nos encontramos?
Alberto Gil: La idea principal era contar otra ‘Rioja’. Muchas veces cuando uno consulta los libros sobre la Historia del ‘Rioja’ encuentra las bodegas históricas, las bodegas más grandes que aparecieron en los años 60 y 70, y siempre echábamos en falta al cosechero, al pequeño productor, a la bodega familiar, que siempre han elaborado vinos de una forma más anónima. Queríamos comenzar a poner nombre y apellido a esas familias, pero también a los pueblos, a los viñedos. Creemos que se trata de un trabajo inédito hasta la fecha y la verdad es que estamos muy contentos con el resultado.
Antonio Remesal: Están surgiendo nuevas bodegas continuamente, cada año, cada poco tiempo nacen nuevos proyectos; agricultores que adquieren sus propias barricas y elaboran su vino; eso es algo muy positivo para el ‘Rioja’.
Alberto Gil: A través del libro hemos tratado de darles visibilidad a todos juntos. Mostrando que algo nuevo se está moviendo en ‘Rioja’. Hay quien piensa que ‘Rioja’ es sota, caballo, rey; pues no. ‘Rioja’ está en movimiento.
S.- ¿Cómo surgió la chispa para poner en marcha el proyecto?
Alberto Gil: Por un lado, Antonio, que es técnico de la Casa del Vino de Laguardia, me comento un día de escribir un libro; al mismo tiempo, yo tengo la oportunidad de estar en un buen número de catas, además de mi trabajo como periodista. Tenemos relación, en definitiva, con muchas bodegas y muchas personas ligadas a esas bodegas y a la elaboración del ‘Rioja’, personas que te cuentan muchas experiencias y anécdotas.
Antonio Remesal:Desde ese punto de partida, nos planteamos un libro más reducido, pero fue ampliándose mientras investigábamos sobre nuevas bodegas. Al final, el libro recoge 181 bodegas. Contamos un poco de historia de cada bodega, hemos hablado con prácticamente todos los protagonistas.
Alberto Gil: Ha sido un trabajo que hemos realizado en nuestro tiempo libre y en los días de libranza. Pero estamos contentos porque es un trabajo que no se había realizado hasta ahora.
S.- Habláis de movimiento y de revolución…
Antonio Remesal Sí, nosotros lo hemos definido como la revolución silenciosa. Son elaboradores de vinos de ‘Rioja’ que muchos de ellos ni siquiera tienen página web; algunas bodegas llevan elaborando vinos sin altavoces durante generaciones. En otros casos, se trata de gente más buscavidas, personas que han comprado una viña y han montado su pequeña bodega. Existe ese movimiento y no sólo está pasando en ‘Rioja’, pero sí queríamos poner de manifiesto que también está pasando en ‘Rioja’. Es una revolución que mira más hacia el viñedo y menos hacia la bodega. ‘Rioja’ sigue siendo una denominación de bodegas, pero también históricamente es una denominación de nombres, de viñedos, de cosecheros, de vinos de pueblo… Sí hay una especie de revolución silenciosa… Cada mes, cada cuatro meses se pone en marcha un nuevo productor.
S.- ¿Existe espacio para todos?
Alberto: Gil: Lo difícil es llegar al mercado. Por poner un ejemplo, existen autopistas y carreteras secundarias. Si eres productor lo sencillo es vender tus uvas a una bodega, haces una calificación a dos años y obtienes una rentabilidad. Luego están las carreteras secundarias; acabas el trabajo en la viña y te vas a la bodega, elaboras el vino y luego lo tienes que vender; supone mucho mayor trabajo, pero también tiene otras satisfacciones.
S.- Los ‘Riojas’ de la revolución silenciosa cuentan con un elemento diferenciador en su elaboración, ¿no?
Alberto Gil: No son ni mejor ni peor, el libro no entra en ese aspecto. Creemos que las grandes bodegas son absolutamente necesarias y elaboran vinos estupendos. Lo que sucede con los elaboradores de la revolución silenciosa es que si tienen una añada complicada se la tienen que comer y si tienes una añada extraordinaria, pues es extraordinaria, es lo que tienes en tu viñedo y lo que tienes en tu botella. Esa es una de las grandes diferencias. Es lo que se llama terroir, el terruño. Cada añada es diferente, cada botella es diferente, cuentan con una gran diversidad, consecuencia de la propia añada. Si es buena, es buena; si es regular, es regular.
S.- …se produce una contraposición entre unos elaboradores y otros, ¿no?
Alberto Gil: Sí, son dos modelos. Obviamente, las grandes bodegas se nutren de la compra de uva o de la compra de vinos, con los que luego mezclar variedades y elaboran vinos de muy buena calidad. Estás personas, los protagonistas de la revolución silenciosa actúan de otra forma. Son sus viñedos, sus medios y su vino. Es una cuestión histórica de ‘Rioja’. Hasta los años 50 y 60 con el desarrollo de las bodegas industriales, las bodegas históricas elaboraban los vinos por municipio, las uvas procedían de un pueblo y de una persona. Existía una competencia por elaborar los vinos dentro de un mismo pueblo. Eso es un poco lo que está resurgiendo y lo que hemos tratado de plasmar en ‘Rioja. Vinos silenciosos’. Es la diferenciación de ‘Rioja'.
Antonio Remesal: A veces se dice que hay un ‘Rioja’ estándar y no, hay diferentes vinos de ‘Rioja’. Existen diferentes opciones y es lo que ahora estamos viendo.
S.- … de alguna manera, es una revolución que mira atrás, a la tradición, por describirlo de algún modo…
Antonio Remesal: Si, ha habido un modelo de éxito que es de la autopista que mencionaba antes, que ha funcionado muy bien y ha generado un desarrollo social impresionante, se ha exportado, ha crecido mucho el sector del vino de ‘Rioja’, pero también existe un cierto número de consumidores que busca vinos más locales. Es algo que no sólo está sucediendo en ‘Rioja’, está pasando en todos los sitios. Viticultores que cuidan el viñedo viejo, impiden que se arranque, comercializan ese vino ‘viejo’, aunque sea la única forma de rentabilizarlo. Sí, de alguna manera, es una vuelta atrás. La diferencia son los medios y el conocimiento. Hoy en día, la gente está mucho más preparada y cuenta, por supuesto, con muchos más medios. Con una embotelladora en casa, sin grandes inversiones, puedes elaborar un gran vino. Esto no pasaba antes.
S.- … son también, vinos de un carácter exclusivo…
Alberto Gil: Sí, muchos de los vinos de estas bodegas están destinados a la exportación. Hay un problema grande en España y es que no se consume ni el veinticinco por ciento del vino que se produce. Muchos de los vinos de estás bodegas del ‘Rioja silencioso’ van a la exportación. Tampoco existe una gran cultura hostelera que esté apostando por esos vinos. Teniendo en cuenta sus procesos de elaboración, lógicamente estos vinos cuestan más y, por ese motivo también, muchos de esos vinos se venden fuera. Fuera siempre hay alguien dispuesto a pagar por algo diferente. Son, además, producciones más limitadas, con identidad y con carácter diferente. Luego ya están los gustos, te gustan más unos o te gustan menos. Son esta gente la que crea territorio, la que está asentada en el territorio, la que vive en los pueblos y la que puede ser la gran respuesta contra la despoblación.
S.- ¿Tienen también la condición de ‘creativos’ los viticultores y bodegueros del ‘Rioja. Vinos Silenciosos’?
Alberto Gil: Sí, hay una creatividad enorme; gente que emplea desde nuevos materiales para la crianza, utilizan técnicas diferentes… barricas con tapas abiertas, que luego las introducen en barricas convencionales, por ejemplo. Existe una gran creatividad y sobre todo están abiertos a probar, a experimentar, presentan una creatividad prácticamente sin límites. Una creatividad que no existía hace diez o quince años. Esa creatividad al final es diversidad para el consumidor.
S.- Habéis definido también un nuevo mapa de la Denominación ‘Rioja’, ¿no?
Antonio Remesal: Sí, hemos dibujado una comarcalización que sigue los accidentes geográficos. La Denominación ‘Rioja’ está dividida en tres grandes unidades, prácticamente administrativas, que son Rioja Alavesa, Rioja Alta, y Rioja Baja. Lo que ocurre es que son los accidentes geográficos los que marcan la diversidad de los vinos de ‘Rioja’, los valles, los afluentes del río Ebro y las montañas, la Sonsierra, la Sierra de Cantabria, la Sierra de la Demanda… Desde ese punto de vista hemos definido ocho comarcas vinícolas, que tienen también en cuenta sus especificaciones culturales y los recursos turísticos. El libro rompe un poco con uniformidades también en ese sentido. ¿Podrían haber sido más? Sí, porque en definitiva la tierra es diferente de una parcela o otra con tan sólo unos cientos metros de distancia.
S.- Hay gente muy sensible con estos temas…
Alberto Gil: Sí, pero nosotros no pretendemos crear polémica o sentar cátedra; tan sólo mostrar una visión desde otra perspectiva. Hemos definido las ocho comarcas vinícolas por afinidad de sus características e influencia de los accidentes naturales.
S.- ¿Encuentran apoyo estoss viticultores y bodegueros de los ‘Vinos Silenciosos’?
Alberto Gil: No, no tienen el apoyo real de la Administración por mucho que se diga. Estoy convencido que a final de este mes habrá bodegas que echarán la persiana. Encuentran una burocracia brutal, falta digitalización, no hay una ventanilla única para apoyar a mucha gente joven que está dispuesta a sacar adelante su proyecto. Y, como decía antes, entiendo que son absolutamente clave para luchar contra la despoblación. El que es viticultor y tiene su bodega tiene que vivir en el pueblo porque tienes que atender el vino que elaboras, y luego salir a venderlo. Cuantos más proyectos se pongan en marcha de este tipo menor será la despoblación. Creo que es un sector absolutamente estratégico.
S.- De alguna manera, la gente que pone en marcha estos proyectos tiene cierta alma de aventurero, ¿no?
Antonio Remesal: Sí, porque cerrar el círculo es muy complicado: yo cultivo mi uva, yo elaboro mi vino, y yo vendo mi vino. Vender el vino para estos viticultores es vender en cajas, no en palés. Vendes en un restaurante, con un pequeño importador en algunos países, con un distribuidor de una comunidad autónoma… Tienen que estar detrás y pendientes de todo el proceso, así que sí, son aventureros. Pero es bonito tener tu vino con tu propia etiqueta y saber, por ejemplo, que lo están disfrutando en Japón. Tiene que ser una satisfacción enorme que compensa.
S.- ‘Rioja. Vinos Silenciosos’ resalta el factor humano, el esfuerzo, la determinación de los protagonistas.
Alberto Gil: Una parte importante del libro -y por eso hemos tardado tanto en hacerlo- ha sido contar la vida de la gente. Hay historias muy interesantes y se relata una cuestión curiosa, hubo en los años 2000 gente que invirtió en el ‘vino’ para hacer dinero y muchos se pegaron un gran batacazo; entre los protagonistas del libro nadie es rico, es gente que trata de vivir dignamente con su trabajo. Hay historias preciosas de superación, de bodegas que han estado prácticamente en la ruina y con esfuerzo han conseguido salir adelante. Gente que además de los condicionantes que de por sí lleva el viñedo, la elaboración del vino y su venta; está la inestabilidad que genera el cambio climático, los aranceles de Trump… pero es gente con una capacidad de superación extraordinaria. Hay historias que constatan que el vino une y une destinos.
S.- … es La Rioja inexplorada a la que os referís en el libro…
Alberto Gil: Sí, La Rioja anterior a la explosión comercial del vino de ‘Rioja’, que creo que es una pena que se vaya perdiendo en muchos aspectos. Creemos que aún existe y que se puede conservar.
S.- El libro se puede consultar también como guía.
Antonio Remesal: Sí, primero la introducción relata la situación y, después, el libro se puede consultar a través de las ocho comarcas diferentes que hemos definido. En cada capítulo hemos resaltado lo imprescindible que hay que visitar. Es una guía diferente; ocho guías en una.
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